El impacto del impuesto de sociedades

Impuesto sociedades

¿Es definitiva la última reforma del impuesto sobre Sociedades?

No se sorprendan por lo que les voy a relatar, creo que desde hace tiempo lo vengo diciendo, ¡no tenemos seguridad jurídica!

Resulta que se acaba de realizar una importante modificación de la normativa del impuesto sobre Sociedades, y no solo eso, sino que se ha vendido a bombo y platillo la rebaja del tipo impositivo con un escalado que anunciaba la aplicación de la rebaja de los nuevos tipos en el 2015, para progresar en el 2016 y consolidarse en el ejercicio 2017.

Pues olvídense de las promesas y prepárense para una revisión de tipos, eliminación de deducciones…, cualquier cosa que suponga una mayor recaudación por el concepto del impuesto sobre Sociedades.
No quiero pensar en la posibilidad de que se modifique la regla básica del impuesto mediante ajustes en el resultado contable. Este dato resulta tan obvio y contundente que no se pueden aumentar los ingresos, por consiguiente, las alternativas que quedan para que se ensanche la base imponible es recortar la cifra de gastos deducibles. Ya lo han hecho recientemente, acotando el tope máximo de deducción de los gastos financieros deducibles y las amortizaciones del inmovilizado.

Por lo tanto, nos van a seguir ajustando lo que sea. El objetivo es alcanzar una mayor recaudación por el impuesto sobre Sociedades, hay que cumplir con la promesa que el Gobierno acaba de hacer a la UE, 6.000 millones más de recaudación.

El anuncio viene acompañado por unas afirmaciones que auguran que la medida solo va a suponer un incremento de los pagos a cuenta de las empresas con facturación superior a 6 millones de euros, importe a devolver en el 2017, ya que no se va a modificar el tipo impositivo.

Esto puede parecer que al final no arreglamos nada, si lo que ingresamos a mayores hay que terminar por devolverlo. Ello no es del todo cierto, pues antes de la devolución ya se habrá producido un nuevo pago a cuenta del ejercicio 2017, una fórmula de financiación que supone coste cero para el Estado, pero que obliga a las empresas a recortar su tesorería.

Recordemos algunas cifras para situar adecuadamente la recaudación del impuesto sobre Sociedades en España. La cifra  de recaudación del IRPF en el 2015 es de 72.662 millones y la del impuesto sobre Sociedades es de 20.649 millones.

Según datos del 2013, la mayor parte de la recaudación se produce en el tramo de aquellas empresas con ingresos superiores a 180 millones de euros, que aportan más del 52% de la recaudación. En definitiva, con 767 entidades con ingresos superiores a 180 millones de euros se recauda más que con el resto del censo, que totalizan 368.059 sociedades.

Por el contrario, las compañías con ingresos de hasta 600.000 euros, que son casi el 70% de los declarantes en este país, aportan menos del 5% de la recaudación total.

En conclusión, se avecina una reforma de la reciente reforma del impuesto sobre Sociedades.

Habrá que esperar para evaluar el impacto que esta medida, de aplicarse, ocasionará en la tesorería de las empresas.